Arturo
y Anabel
Boda en Los Lavaderos de Rojas
Hay bodas que desde el principio sabes que van a ser especiales.
La de Arturo y Anabel, en Los Lavaderos de Rojas (Toledo), lo fue por su elegancia, cercanía y la magia de cada instante vivido. Una celebración íntima y emocionante, ideal si buscas una boda en Toledo con esencia.
Preparativos con calma y emoción:
Arturo comenzó el día en la casa de sus padres, rodeado de esa calidez familiar que se respira en los grandes momentos. Anabel, mientras, se preparaba en el Parador de Toledo, con unas vistas impresionantes de la ciudad, que ya anticipaban que sería un día inolvidable.
Ceremonia en el Monasterio de San Juan de los Reyes:
La ceremonia tuvo lugar en el imponente Monasterio de San Juan de los Reyes, un enclave de piedra dorada, estilo gótico isabelino y luz suave filtrada por vidrieras. La entrada de los invitados, los silencios, las miradas… todo se vivió con una emoción serena y elegante.
Los novios llegaron por separado. Ella, del brazo de su hermano, recorrió la nave central hasta encontrarse con él en el altar. Se notaba la conexión, la calma, la ternura.
Después, hicimos una sesión de pareja en el claustro, entre arcos de piedra y luz dorada.
Sesión de pareja en interiores únicos:
Después de la ceremonia, hicimos una sesión en los interiores del Lavadero de Rojas. Los novios aprovecharon algunos de los rincones más bonitos de la finca: el salón árabe con sus mosaicos y ventanales, y una sala señorial con muebles de época.
Celebración en Los Lavaderos de Rojas:
La llegada a la finca fue triunfal: los novios entraron en un descapotable clásico entre vítores. El coche, con su techo granate, contrastaba con la arquitectura rústica de Los Lavaderos de Rojas.
El seating plan, sobre una mesa antigua con frutas y flores silvestres, marcaba el tono fresco de la decoración.
El salón, con techo de madera a dos aguas, estaba decorado con mesas largas y redondas, cuadros vichy, vajilla sencilla y flores silvestres.
Los novios hicieron una entrada cargada de energía, entre aplausos y cintas al aire. Durante la comida, no faltaron los discursos, las risas y un ambiente familiar y relajado.
Sesión de pareja al atardecer:
Antes de que cayera el sol, dimos un paseo por los jardines de la finca. La luz dorada del atardecer acariciaba cada rincón y ellos lo sabían: se abrazaban, se miraban, se dejaban llevar. Hicimos fotos entre cipreses, junto a la palmera central, y en la escalinata acristalada de uno de los edificios más emblemáticos de la finca.
Barra libre y fiesta con alma:
Después del banquete, la música tomó el relevo y la pista se llenó desde la primera canción. Hubo baile, confeti, abrazos, zapatos fuera y brindis sin parar. La barra libre fue pura celebración, con los novios sonrientes y rodeados de sus amigos más fiesteros. El cierre perfecto para un día inolvidable.
¿Sueñas con una boda en Toledo que combine historia, emoción y estilo? Los Lavaderos de Rojas y una fotografía natural pueden ser tu mejor escenario.
FINCA: Lavaderos de Rojas
FLORES: Maua Estudio Floral
MUAH: Verónica Cifuentes
VESTIDO: Rosa Clará
LAZO: La Unike Novias
TRAJE: Sastrería Julián Muñoz
CATERING: Ákera


