Boda en Coto de Quevedo

Si algo define la boda de Inma y David en el Coto de Quevedo, es que fue una celebración real, llena de momentos auténticos y mucha emoción.

Desde el principio, todo fluyó con naturalidad. Inma se preparó en casa con su familia, rodeada de miradas cómplices y lágrimas contenidas. Su padre, emocionado, le dio el último beso antes de salir hacia la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en Santa Cruz de Mudela.
David, mientras, se vestía junto a su familia, en el Balneario Cervantes, en ese entorno rústico y acogedor que tanto les gustaba.

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La ceremonia fue pura emoción. Miradas que lo decían todo, un "sí, quiero" que sonó con fuerza y una salida entre arroz y pétalos que marcó el inicio de un día inolvidable. Y de ahí, directos al Coto de Quevedo, un lugar que no solo es precioso para celebrar bodas, sino que tiene ese rollo acogedor que hace que todo el mundo se sienta como en casa.

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Durante el cóctel, hubo abrazos, brindis y ese momento de relax en el que los novios por fin respiraron y disfrutaron de su gente. La cena fue una fiesta en sí misma y el baile… bueno, el baile fue otro nivel. Ellos disfrutaron cada segundo, y yo tuve la suerte de estar ahí para captarlo todo: risas, saltos y hasta alguna lágrima entre copa y copa.

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Si te casas en el Coto de Quevedo y buscas una fotógrafa de bodas en Ciudad Real que cuente tu historia con mucho mimo, hablemos. Porque esto solo pasa una vez y quiero que lo recuerdes exactamente como fue.